viernes, 16 de septiembre de 2011

Primera entrada. Primer paso.

Paranoia  A.
No recuerdo qué hago aquí, no recuerdo quién soy o quién he sido alguna vez, tampoco sé exactamente dónde me encuentro. El hedor a descomposición alcanza mi olfato de manera muy irritante. A unos metros de mí hay una pequeña charca de agua estancada, el olor que desprende no es que me agrade demasiado pero me acerco a observarla, al levantarme los músculos abarrotados de mi cuerpo protestan, ¿cuánto tiempo he permanecido inconsciente en este lugar?
Al llegar a duras penas a la charca observo con curiosidad el rostro y el cuerpo que me enseña, la charca me muestra la imagen de una mujer de veinte años a los sumo, su pelo cae lacio ocultando sus senos hasta la cintura, es de un color negro intenso, tan negro como este lugar. No puedo ver bien el color de sus ojos pero su mirada parece observarme tan sorprendida como yo misma, el agua permanece quita sin movimiento alguno por lo que puedo ver con total claridad el esbelto cuerpo de esa mujer tan misteriosa. Decido agacharme en cuclillas para acariciar el agua y observar más de cerca a esa extraña mujer, la imagen del agua imita mi movimiento, alargando el brazo en la misma dirección que yo, mis dedos rozan el agua traspasando la imagen de la mujer, el agua al contacto con mis dedos se vuelve clara y limpia, completamente transparente, ¿pero qué demonios ocurre? Algo asustada por el repentino cambio me echo hacia atrás, la imagen vuelve a imitar mi movimiento, ahora lo entiendo, ella soy yo. Extrañada alzo mis manos para mirarlas claramente mi piel es muy blanca y pálida, y mis uñas largas y completamente blancas, en un intento de comprobar una vez más lo evidente, me llevo la mano al pelo, comprobando que es de igual color que el de la imagen que sigue imitando mis movimientos. apenas un camisón fino cubre mi cuerpo, pegado a éste a causa de la humedad.
¿Quién demonios soy?

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