La verdad es que es mejor estar solo, completamente solo, sin nadie más.
Frialdad, de esa de la cual me estuve quejando tanto tiempo, sí, quiero que vuelva a mí, quiero que nada más que yo me importe. Nada de amigos, nada de amores, nada de hermanos, sólo yo.
Al final, uno a uno, todos te acaban defraudando, hasta a ti mismo te acabas defraudando, pero si nada te importa, nada puede hacerte daño.
Y ojalá, ojalá pudiera dejar de sentir de verdad nada hacia nadie. Ojalá me dierais igual.
Atte:. Kadia López.